MUSCULACIÓN PARA LA ESCALADA
En la escalada la
relación peso - fuerza del deportista es determinante.
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En la escalada la técnica
y potencial físico funcionan al unísono. En ocasiones vemos como alguien
asciende con una facilidad inusitada al tiempo que logra una plasticidad de
movimientos excepcional. No hay trucos, simplemente estamos ante un atleta que
posee una técnica depurada, una forma física contundente y algo que
probablemente pocos tengan, visión de escalada.
La visión es difícil de
definir. Saber cómo dosificar el esfuerzo, localizar rutas más allá de lo
obvio o lo más próximo, o aceptar cuales son nuestras limitaciones y como
contrarrestarlas mientras nos entrenamos para poder superarlas. Estos son
ejemplos de visión. Y para muchos, la limitación física limita la creatividad
en la escalada. Vamos pues a tratar de mejorar nuestra forma y poder disfrutar aún
más de nuestro deporte.
Comenzábamos el artículo
diciendo que la relación peso - fuerza del deportista es determinante. La
fuerza absoluta contempla el trabajo máximo que podemos realizar, por ejemplo
elevar un peso por encima de la cabeza con independencia de nuestra corpulencia.
La fuerza relativa hace alusión a cuanta fuerza tiene el deportista en función
de su peso. Las dominadas, flexiones de brazos suspendido de una barra, es un
ejercicio que incide directamente en este concepto. Un deportista de 90 kilos
para 1,80 metros podría levantar por encima de su cabeza una barra con 70 kilos
durante cuatro repeticiones y en el otro ejercicio, las dominadas, podría,
(estamos ante un ejemplo, en cualquier caso real), hacer 8 dominadas con su
propio peso. Un escalador, de 68 kilos para la misma estatura, 1,80 metros, en
el primero podría levantar 50 kilos pero haría 20 dominadas. La fuerza
relativa en las dominadas podemos interpretarla dividiendo el número de
repeticiones entre el peso corporal. En el primer caso 8 repeticiones entre 90
kilos nos da 0,088 y en el segundo, 20 entre 68, nos da 0,2941 un número que
refleja mayor fuerza relativa. Si este segundo deportista aumentase a 24
repeticiones con un mismo peso, alcanzaría un índice de 0,3529 mejor que el
obtenido anteriormente.
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Si incrementamos la
resistencia en las dominadas añadiendo un peso suplementario colgado de un
cinturón, (forma habitual), por ejemplo, 10 kilos, nuestro primer deportista
tal vez pudiera hacer 2 o 3 repeticiones, y el segundo, aún haría 10. El
escalador posee, en cuanto a los ejercicios que hemos mencionado, peor fuerza
absoluta, pero mejor fuerza relativa.
Este hecho es
especialmente importante en aquellos deportes en los que la fuerza de la
gravedad condiciona el rendimiento. Todos hemos oído hablar de escaladores y
rodadores en el ciclismo. Normalmente, los primeros son más delgados que los
segundos. Pedaleando en terreno llano la fuerza absoluta del ciclista condiciona
el rendimiento. En terreno ascendente será su fuerza en relación a su peso. Un
ciclista de 170 cm. y 58 kilos de peso podría lograr una fuerza de 450 vatios
en un cicloergómetro, (bicicleta estática diseñada para medir la fuerza), y
otro de la misma estatura y 63 kilos alcanzaría 525 vatios. El primero obtendría
al dividir la medida obtenida por su peso, 7,75 vatios, (450 ÷ 58), y el
segundo, 8,33 (525 ÷ 63), con lo que si no incluimos otras variables diríamos
que el segundo ciclista al poseer mejor relación peso - fuerza, subiría mejor
los puertos. Es importante mencionar que sólo hemos considerado esta variable,
y que en condiciones reales de carrera las cosas pueden ser muy diferentes.
En la escalada la fuerza
de la gravedad es el principal escollo (obviamente hay otros muchos que se salen
del objetivo del artículo) y como tal, para superarla debemos incrementar la
fuerza relativa. Lo primero que debemos hacer es un sencillo test previo a la
planificación. Bastará con realizar una serie de dominadas al límite y contar
las repeticiones alcanzadas. Premisas fundamentales: estar descansado, (no sería
sensato hacer el test el día después de una escalada dura) y haber realizado
un buen calentamiento, (no hay a fecha de hoy dudas sobre la mejora del
rendimiento tras un calentamiento previo). Una vez que has anotado el número de
repeticiones logradas, y si has alcanzado al menos 10, descansa 5 minutos
evitando quedarte frío, (cúbrete con suficiente ropa, o corre suavemente
pudiendo mantener una conversación fluida), y añade a tu peso corporal 10
kilos y repite la medición. Tal vez superes 10 repeticiones con el lastre
extra. Si es así, repite el proceso de descanso y añade otros 10 kilos para un
total de 20.
Este es tu punto de
partida. Sería muy recomendable que acudieses a un servicio de medicina
deportiva para que determinarán tu constitución corporal y especialmente el
porcentaje de grasa que define de tu peso total cuanto corresponde a grasa. En
la escalada no es casualidad que los mejores sean especialmente fibrosos ya que
la grasa es un lastre que no aporta nada en este deporte. Esto en ningún caso
debe interpretarse como una cruzada ante la grasa que sin lugar a dudas tiene
funciones estructurales, simplemente es una reflexión para aquellos que
deseando destacar en la escalada tienen sobrepeso. El médico y nadie más, es
quien debe opinar sobre cual es tu peso de forma. Cualquier planteamiento que se
salga de la disciplina facultativa es arriesgada.
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La preparación física
tiene dos vertientes claras: general y específica.
La preparación general
debe ocupar la mayor parte del tiempo de quienes se inician en la escalada.
Vamos a describir cómo pero haremos una salvedad. Es probable que muchos
quieran "atajar" y saltarse el acondicionamiento general y comenzar
directamente con la preparación específica, probablemente más llamativa.
Encarecidamente te rogamos que no lo hagas ya que el riesgo de lesión es real.
La primera fase debe
contemplar el entrenamiento que describimos en nuestro artículo
"Entrenamiento de musculación en gimnasio" donde se pretende mejorar
la fuerza-resistencia de todo el cuerpo. La única salvedad es que el ejercicio
de espalda sean siempre las dominadas.
Además deberás añadir 2
o 3 días de carrera a la semana. 30 minutos entorno al 75 - 85 % de tu ritmo
cardiaco máximo. Te será fundamental contar con un pulsómetro -una inversión
e salud incuestionable-. Lee también este artículo que te ofrecemos en nuestra
Web. Los escaladores no son, como resulta evidente, corredores, pero todo el
mundo se beneficiará de un incremento en las prestaciones cardiovasculares. No
insistas más allá de los límites marcados. La carrera es parte de la mejora
general y no específica
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Ambos
trabajos, musculación y carrera te aportarán una excelente base. Mientras
realizas este tipo de entrenamiento puedes lógicamente practicar la escalada y
seguro que notarás mejoras. Si tu forma no es muy buena deberás trabajar al
menos durante 6 meses antes de iniciar el trabajo específico. Si te encuentras
mejor bastarán 3 meses.
El entrenamiento específico
debería comenzar cuando pudieras realizar un mínimo de 12 dominadas bajando
totalmente hasta estirar los brazos y subiendo hasta rebasar la barra con la
barbilla. Además del trabajo general que deberás mantenerlo añadirás los
siguientes ejercicios en dos ciclos de al menos dos meses cada uno:
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Primer ciclo, dos veces por semana. Tras la carrera realizaremos:
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Segundo ciclo: en este vamos a trabajar especialmente la fase
descendente de las dominadas.
Al
terminar este ciclo estarás dos semanas sin trabajo de gimnasio y te concentrarás
en practicar en roca artificial y en carrera a pie. Tras el descanso haz el test
de fuerza inicial y sorpréndete.